La 4° revolucion industrial: ¿Realmente importa?
El panorama actual
Si usted se encuentra recorriendo el piso de fábrica de las instalaciones de producción de 86,000 pies cuadrados de FANUC en Oshino, Japan, tal vez le desconcierte el marcado confinamiento que verá. Entre el torbellino de actividad que ocurre todo el día para movilizar máquinas CNC y robots industriales, usted regularmente encontrará las instalaciones con personal tan escaso como cuatro empleados humanos. Usted incluso podría encontrar tal confinamiento emocionante; a fin de cuentas, usted tendría que gastar una fortuna buscando niveles de soledad similares en remotas ubicaciones turísticas isleñas. Empero, su aprecio por este viaje podría disminuir algo cuando descubriera que la mayoría de las operaciones de manufactura de FANUC se efectúan sin iluminación, y de hecho la mayoría de las veces sin siquiera el funcionamiento de calor o aire acondicionado para controlar la temperatura.
Si bien FANUC no es única respecto a su habilidad para ejecutar porciones de su operación mayormente sin supervisión, resulta icónica en su utilización de las propias máquinas CNC y robots que produce en su mismo proceso de producción; cosa que nos lleva un enorme paso adelante a la tecnología auto-replicante de gran escala. El impacto de esta evolución tecnológica se hace evidente cada año – el costo de la automatización de precisión va a la baja. La automatización de avanzada ya no se encuentra exclusivamente dentro de las vastas expansiones de las líneas de ensamble Automotriz o en las bien fondeadas fábricas de compañías fortune 500. Cada vez más, uno puede encontrar tecnología así en un garaje suburbano, que es el único activo físico de una compañía que arranca.
Conforme los costos de ingreso continúan bajando, la manufactura ha visto un incremento en las empresas pequeñas, de producción variada, que se pronostican bien para competir a pequeña escala en mercados locales. Incluso el valor en las economías de escala ha comenzado a descender, conforme talleres pequeños forman bloques cooperativos, adquieren bienes directamente de los proveedores, internalizan la fabricación trivial, y minimizan los costos de distribución. Mientras que la mayoría de estos pequeños negocios, considerados individualmente, no representan una amenaza inmediata a la manufactura a gran escala, la proliferación de este modelo de negocio podría conducir a la muerte infligida con mil cortes a los negocios que no puedan adaptarse a estas tendencias. De hecho, un ojo atento puede identificar rápidamente una variedad de tendencias que indican que la mayoría de negocios exitosos ya han comenzado a adaptarse al emergente panorama de Manufactura Digital.
La cambiante naturaleza del capital humano
Una tendencia notable entre otras es la franca reducción de esfuerzos de externalización. Las corporaciones grandes alguna vez consideraban a la externalización como un mal necesario; una forma de capitalizar de los costos laborales reducidos en naciones en desarrollo a la vez que se daba servicio a una base de clientes creciente. El criterio más contemporáneo, no obstante, ha comenzado a re-pensar este paradigma. Los ejecutivos están agotados de perder la visibilidad y control respecto a su cadena de suministro, y los accionistas son cada vez más reacios al riesgo de escándalos en perjuicio de la marca que resultan de despidos domésticos, explotación laboral a cargo de los contratistas, así como inestabilidad política en regiones en desarrollo. Además, muchos grandes negocios han descubierto que los esfuerzos de externalización muchas veces han ayudado a su competencia. Conforme se desarrolla el conocimiento de procesos y mejoras de infraestructura en el extranjero, inevitablemente surgen marcas foráneas más baratas para competir con las otrora figuras dominantes del mercado. Conforme los costos laborales foráneos suben y el costo de la automatización desciende, los fabricantes tienden cada vez menos a buscar reducción de costos mediante la transferencia de trabajos al extranjero. Como alternativa menos riesgosa para la reducción de costos laborales, muchas compañías han buscado la reducción en costos de transporte y mejoras en el rendimiento por hora-hombre. Uno de los ejemplos de esta táctica se ve en nuestra nueva instalación de producción construida por la fábrica de jabón Method, fincada en el sureño vecindario Pullman en Chicago. Method escogió esta ubicación por su cercanía a centros de distribución por tren, y se ha beneficiado adicionalmente del beneficio de Relaciones Públicas resultante de dar trabajos en un área que tan urgentemente los necesitaba. Además, sus esfuerzos de automatización les han permitido producir casi 4 millones de galones de productos de jabón líquido con tan poco como 15 trabajadores por turno. En un mercado atestado que tiene poca si no es que ninguna tecnología propietaria en el producto, la instalación de producción doméstica les ha posicionado para competir efectivamente con gigantes como Procter & Gamble, y Colgate-Palmolive.
Manufactura en nube
En tanto que algunas empresas de producción se han inclinado menos a buscar más y más reducciones nominales en costo de trabajo, de hecho otras han buscado reformar el molde de sus activos de manufactura en un modelo más distribuido, viendo su red global de fábricas como una forma para servir de forma más efectivas para atender a los mercados. En el pasado, las fábricas foráneas usualmente se ocupaban de producir una sola familia de productos tan barato y rápidamente como fuese posible, la cual entonces se distribuiría a varios mercados alrededor del mundo. Esto tenía la ventaja de permitir que los negocios centralizaran los esfuerzos de R&D domésticamente, implementaran las mejoras de forma incremental, y se beneficiaran de un bajo costo de producción por pieza. Hoy, no obstante, los negocios con un portafolio de productos más diverso suelen distribuir los esfuerzos de producción de forma más pareja entre las plantas, involucrando a más proveedores locales, y transportando menos bienes a través de las fronteras. Además del ahorro en costos de transporte, este modelo ofrece un número de beneficios significativos. Las fábricas pueden contender de forma más efectiva con la competencia pequeña y local, ofreciendo variaciones de producto ajustadas a las demandas de mercados únicos; cuando problemas de suministro o desastres naturales afectan a una región, se pueden movilizar los recursos de mercados vecinos para aliviar el impacto temporalmente. Las mejoras de procesos tienden a acelerarse, toda vez que cada fábrica funge como campo de prueba para mejoras incrementales. El éxito de estos nuevos modelos de negocios cambia la propia naturaleza de la globalización, y, si es que los desarrollos similares en tecnología de la información son alguna indicación, entonces esto es tan solo el comienzo.
Investigadores de Georgia Tech han llevado este concepto al siguiente nivel, al proponer un modelo de negocios que identifican como Diseño y Fabricación Basado en Nube (Cloud-Based Design and Manufacturing – CBDM). Este modelo, inspirado en el modelo de cómputo sofware como servicio (Software as a Service –SaaS), busca construir un modelo infraestructura como servicio (IaaS) en el que los activos de producción se dividen en grupos de servicios de producción que buscan servir de forma más eficiente las necesidades de un grupo de demandas de consumidor. El consumidor, en tal instancia, no se refiere al cliente final, sino más bien a demandas de recursos institucionales. Los recursos se dividen en recursos soft intangibles (conocimiento, capacidades, experiencia, red de negocios, software, etc.) y recursos hard tangibles (equipos, material, almacenamiento, transporte, etc.). Cada actividad de manufactura se puede descomponer en una lista de recursos que requiere, y que se puede asignar sistemáticamente al productor más apropiado de tal recurso. La habilidad de consumir geográficamente de forma eficiente los recursos distribuidos es mejorada ampliamente mediante el uso de innovaciones contemporáneas, incluyendo colaboración social basada en nube, tecnología de simulación de planta, e integración de sistemas de planta multi-nivel comenzando con automatización de equipos y llegando a desarrollo de productos y planeación de recursos. Este modelo también se aplica a técnicas contemporáneas de metodología Agile para facilitar la comunicación entre mercadotecnia, ventas, desarrollo, y producción; promover la planeación incremental e iterativa, así como la ejecución; y trasladar la toma de decisiones desde un método adaptable a uno predictivo.
Conclusión
Estos son apenas unos cuantos ejemplos de los efectos que ya tiene la cuarta revolución industrial en el panorama de manufactura. Pero, ¿qué efectos están aún por venir? ¿Cómo funcionará nuestra economía a 20 años vista? Las respuestas a estas preguntas requieren mucha especulación, e incluso el más sabio entre nosotros tan solo puede aventurar un pronóstico sobre cómo los eventos futuros y la innovación tecnológica dará forma a nuestro destino. Lo mejor que podríamos hacer es tomar nota de las tendencias actuales y posicionarnos para reaccionar tan rápido como sea posible al inevitable cambio.
En manufactura, los negocios emprenden una variedad de pasos para asegurar la preparación de sus organizaciones para el cambio venidero:
- Fortalecimiento de sistemas de TI para mejorar la velocidad y valor contextual de datos en todos los niveles de la institución.
- Regularmente, buscar y evaluar de forma sistemática nuevas tecnologías de automatización.
- Sincronizar la motivación y esfuerzo de ventas, mercadotecnia, desarrollo, y producción.
- Mejorar la versatilidad y adaptabilidad de unidades autónomas y auto-organizativas dentro de la organización.
Todas estas precauciones parecen enfocarse, y con buena razón, en el desarrollo de información y flexibilidad en la reacción. No es probable que la apabullante velocidad actual de la innovación, disrupción, y evolución, desacelere. Conforme nos aproximamos al futuro, se hará cada vez más difícil que los negocios estén un paso adelante en todos los aspectos. Nuestra mejor esperanza se compone en estar un paso adelante en ciertos aspectos, y no tan rezagados en otros. La tecnología moderna es frecuentemente de naturaleza agregada; Para cosechar verdaderamente los beneficios de la innovación del mañana, se debe de tener una comprensión sólida de la infraestructura actual. Si su negocio no ha emprendido aún un esfuerzo concertado para prepararse para el futuro, el mercado no perdonará por mucho tiempo este descuido.